Sí, habéis leído bien, peligroso, y digo "peligroso" no
porque entrañara peligro para nuestras vidas, aunque nos atreviésemos con ”ciertas actividades”, digo "peligroso", porque nunca antes se me habían pegado
los pies al suelo en un destino, como en mi último día en Hawaii, cuando,
teniendo mis tobillos hundidos en la arena coralina y basáltica de la playa del
hotel, minutos antes del “check out” y, mirando al interminable Pacífico, me
estuve preguntando si tendría el suficiente valor para hacer lo que mi cuerpo,
mi voluntad y aquellas cristalinas aguas me susurraban: “...Quédate aquiiiii”!
Creedme, fueron unos
minutos interminables, porque hemos descubierto en estas islas, el paraíso, el
edén, el lugar perfecto para vivir: una ideal temperatura constante, con pocas
variaciones a lo largo del año, paisajes ex-pec-ta-cu-la-res (y utilizo los
guiones con un firme propósito enfatizador), bellas y solitarias playas,
primigenios bosques llenos de fragantes y exuberantes flores, cascadas,
bucólicas montañas entre neblinas, rica fruta, frescos pescados y mariscos y
deliciosa carne( no en vano, el mayor rancho de cabezas de ganado vacuno de
todos los EEUU está aquí), amenizado por las elegantes ondulaciones del baile
“hula”, y el suave vibrar de los ukeleles y gorjeos hawaianos.
Este capricho de la diosa Pelé, fue lo que motivó mi
intención de ir a Hawaii. Y, así, me compré la guía del País Aguilar, me
sumergí en Internet varias semanas y diseñé un viaje de 17 días que logró
cautivar a mi marido y a cuatro personas más, a los que embarqué en la que
resultó ser una de las más activas aventuras que hemos realizado: Helicóptero
sobre los volcanes, una “Star Party” sobre el Mauna Kea, Kayak en el río
Hule’ia, chapoteos en pozas, paseos en tractor, cabalgatas a caballo donde se
rodaron películas como Parque Jurásico, Godzilla y Lost, lanchas rápidas, paseo
en catamarán al atardecer, zipline, o lo que es lo mismo, descenso en tirolina
a 120 metros de altura sobre el bosque, trekkings memorables sobre campos de lava,
sobre arenas negras, arenas verdes de olivino, sobre arenas blancas entre
tortugas y focas monje, en senderos tan afamados como el Kalalau Trail en la
costa Nápali o el Alaka’i Swamp trail en el cañón de Waimea.
Me despido ya, agradeciendo a mis compañeros de singladura,
el que hayan sido la guinda perfecta de este perfecto viaje.
.El trekking del Alakai Swamp. Un paseo por un jardín
botánico lleno de orquídeas y otras flores gigantes que te mareaban con su
perfume.
¿No os quedaríais en
un lugar como éste? Un lugar donde puedes ir en bermudas y chancletas todo el
año, donde no hay un turismo masivo, que tiene una renta per cápita de unos
48.000 dólares, y donde se ven los mejores cielos, en la montaña más alta de la
Tierra (El Mauna kea, con sus 10.203 metros de altura desde el suelo oceánico) y,
un lugar donde puedes observar la formación de nuestro planeta, viendo
constantes flujos de lava salir de las entrañas del Kilawea, activo desde 1983.

Vamos, que nos teníamos que levantar a las 6 de la mañana
para que nos cundiera en día. Eso sí, cuando nos acostábamos, lo hacíamos con
la sensación de haber vivido esas últimas 16 horas como las más intensas de tu
vida.
Doy fe de que Hawaii es mucho más que turismo de tumbona y
cóctel
Un abrazo a Elena, nuestra traductora oficial y reportera
más dicharachera, a Isabel, un ejemplo de cómo” comerse” el mundo y la vida, a
Rafa, el maestro “trekkinero” que con su GPS de montaña nos preparó los paseos
más impresionantes, a Mamen, nuestra
apasionada guía científica , que hacía de cada jornada una clase
magistral de ciencias, y a Paco, por ser el compañero ideal del viaje que ya emprendimos
hace años y, en este caso, el perfecto y gozoso conductor de esos “carracos”
americanos por esas carreteras hawaianas sorteando pollos y gallinas con total
seguridad.
Un perfecto equipo deseando montar otra, si Rajoy y la prima
de riesgo nos deja.
Hoteles: www.booking.com
Alquiler de coches: www.alamorentalcar.com
Vuelos interislas: www.hawaianairlines.com
Lo que no hay que
perderse
Nota.- Advierto que va a ser una larga lista)
Las vistas aéreas desde helicóptero de las vistas de Kauai y
Big Island.
BIG ISLAND:
.El parque nacional de los volcanes.
.La vista de la incandescencia del magma volcánico desde el
Jaggar Museum.
.El trekking de Kilauea Iki Trail.
.La “Green Sand Beach” en el sur (playa de olivino)
.La “Black Sand Beach”. Playa de arena negra con tortugas
verdes.
.Hilo, una peculiar y bonita ciudad.
.La “Pepeekeo Scnic Drive”, una carretera escénica al norte
de Hilo.
.Las cascadas de Akaka y kahuna.
.El valle de Waipio, en 4x4 o a pie.
.Cenar en el Rancho Parker, en Waimea. El mejor “Rib Eye
steak” que jamás he probado.
.Alojarse en el “Paniolo Green Resort” si quieres disfrutar
del estilo de vida americano.
.La excursión sobre campos de lava hasta la playa de Makalawena, la mejor de Hawaii, y nadar entre
tortugas.
.Cenar en el restaurante “Bamboo” en Kapau, ambiente
hawaiano y exquisitos mariscos.
.Una “Star Party” en el observatorio astronómico del Mauna
Kea, con chocolate y brownies.
.Visitar una hacienda de café en Kona, y probar las nueces
de macadamia.
KAUAI:
.Wailua Falls.
.Cenar en el “Olimpic Café” de Kapaa.
.Visitar la playa “Donkey Beach” donde puedes encontrar
focas monje.
.El faro del Kilauea Point y sus acantilados llenos de aves
como albatros, fragatas y piqueros de pata roja.
.Perderse en la North Shore, en una de sus fantásticas
playas como “Secret Beach”.
.La bahía de Hanalei, con sus maravillosas vistas y los
campos de taro.
.Hacer todo lo que se pueda del Kalalau Trail, ya que tiene
18 kilómetros de ida. El mejor tramo es el que llega hasta Hanakaiai Valley y
sus cascadas.
.Bañarse en Kee Beach al regreso del trekking del Kalalau.
.Kayak en el río Hule’ia y descender en tirolina sobre el
bosque lluvioso.
.Cenar en “Bistroff Restaurant ”, en la bahía de Hanalei, un
costillar de cerdo, con una cerveza hawaiana "Big Wave”, viendo las
cascadas del fondo.
.Las vistas del Gran Cañón del Pacífico desde el “Waimea
Canyon Lookout.
.Dar de comer a los gallos y verlos subir a los árboles al
atardecer.
.Un paseo en catamarán frente a la costa Nápali:
IMPRESIONANTE
.La foto del kalalau Valley desde el “Kalalau Lookout”.
.La cena espectáculo “Luau” de la familia Smith. Una
turistada con mucho estilo.
Maravillosa y sugerente entrada . Me encantaría haber estado allí con vosotros pero con tu blog siempre viajo a vuestro lado . Un besazo
ResponderEliminarTe puedo asegurar que cuando se me estremece el alma, viendo las maravillas de por ahí,en lo primero que pienso es en los amigos que no pueden estar conmigo en ese instante.Por eso trato de describir esos momentos de la forma más gráfica posible para que los "viváis" por lo menos un poquito.Este blog...Va por vosotros!!!
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