¿Qué decir de Praga que no se haya dicho ya? Creo que es ideal para pasearla y disfrutarla a ritmo cadente, hasta que se desgasten las suelas de los zapatos que de ello, doy fe, se encargarán los miles de adoquines de la ciudad.
Me impresionó su arquitectura,
me emocionaron sus conciertos de música,
me impactaron las historias de la Praga Judía,
de tal manera que ya me ha sugerido el siguiente rumbo a tomar: Cracovia y las huellas de la barbarie nazi.
Aún no conozco Viena, pero hablar de Praga es hablar de música clásica y jazz, de cerveza…¡Rica y barata!!! Nada como una “pivo” en uno de sus restaurantes perfectamente ambientados en la época medieval. Podías oír acordes en muchas plazas, restaurantes, en iglesias, sinagogas o en el Rudolfinum, antaño cuartel de la S.S.Es una ciudad muy fácil de patear, con muchos guías en español, que te cuentan las mil y una historias de algún que otro checo.
Lo que no hay que perderse
.Ver amanecer en el Puente de Carlos.
.El concierto de música Clásica con la Filarmónica Checa en el Rudolfinum.
.La catedral de San Vito, el enorme Castillo de Praga, la Torre del Reloj Astronómico, Santa Mª de Tyn y la biblioteca del Clementinum.
.Cenar al atardecer en el restaurante Villa Richter, a la bajada del Castillo y con unas excelentes vistas de la ciudad.
.La sinagoga de Pilka, donde están grabados todos los nombres de los judíos checos muertos en el Holocausto.
.El cementerio judío y escuchar un concierto de George Gershwin en la Sinagoga Española.
.Escuchar la Ópera “Don Giovanni” donde Mozart la estrenó.
.El campo de concentración de Terezín.
….Y el APPEL STRUDEL!!!!
Consejos
Alójate en el Barrio Viejo. Nosotros lo hicimos en el Eurostar Thalia, un hotel de una cadena española, con buena relación calidad-precio, donde te aconsejan muy bien sobre lo que puedes hacer en la ciudad y en CASTELLANO.
El primer día acércate a la Torre del Reloj Astronómico, donde encontrarás guías de habla hispana que te enseñarán la ciudad, te contarán cantidad de anécdotas y te cobrarán “la voluntad”.
NORUEGA
Cuando uno piensa en Noruega, debe acordarse del sol que inunda nuestra tierra, para intentar compensar la envidia que sugiere el estilo de vida de los vikingos, porque gozar de muchos días de sol es lo único que les falta para ser un país perfecto.
Empezamos en Oslo, bonita ciudad, destacable por sus museos, su palacio de la Ópera y su Palacio Real, tan accesible a todos los ciudadanos que puedes pasear por los alrededores y verte al mismísimo Príncipe Haakon lavarse los dientes a través de la ventana. Una muestra más de diferente mentalidad.
Pero lo más espectacular del viaje empezó cuando abandonamos la capital para dirigirnos a las montañas. Cascadas, ríos nerviosos, ovejas en medio de la carretera, cabañitas de madera, lagos y muchos senderistas. Interesante destacar una red de granjas estratégicamente situadas por toda Noruega, separadas unas de otras por unos 20 kilómetros de media para facilitar el acceso de unas a otras a pié, donde puedes alojarte y probar sus alimentos ecológicos (60 € p.p. y noche en media pensión) entre cerditos que te hocican y cabras que te persiguen para comerse las cordoneras de tus botas de trekking.Tras este “aperitivo verde”, llegamos a la famosa Región de los Fiordos. Unos perfectos espejos que reflejan la limpieza, la belleza y la tranquilidad de estos lugares. Lo mejor: navegar en Kayak por estos brazos de mar, respirando el silencio.
Tanto las cabañas como los albergues donde nos alojamos gozan de un estándar de calidad bastante elevado, pero que no se confunda con lujo. Los noruegos son sencillos, prácticos y nada ostentosos. Es fácil percibir los valores que rigen su conducta: amor a la naturaleza, sencillez, rectitud y dedicación absoluta a lo que consideran el principal pilar de su futuro…¡Los niños! No en vano gozan del mejor sistema educativo del mundo.Imprescindible esta región, la mejor manera de abordarla es en un viaje organizado que incluya el mayor número de comidas y actividades posibles, y que seleccione granjas, cabañas o albergues con cocina, en lugar de hoteles y restaurantes, pues Noruega es muy cara para nuestras economías. A modo de ejemplo, en un restaurante medio, un plato de mejillones al centro, un plato principal y una cerveza, nos salió por 57 euros por persona. ¡Eso sí, muy rico!
Noruega sugiere volver: Islas Lofoten, un paseo en el Hurtigruten, Tromso en invierno para pasearte en trineo de perros y en motonieve, etc… En fin, parece que se me está llenando de nuevo la recámara.
Lo que no hay que perderse
.El parque Vigeland, el museo Polar del Fram y el museo de los Barcos Vikingos de Oslo.
.Pasearte por las cubiertas del Palacio de la Ópera..Bergen y su mercado de pescado.
.El fiordo de los Sueños y el de Geiranger.
.Caminar con grampones por encima de un glaciar.
.Navegar en kayak en un fiordo.
.Hacer un trekking a algunas de sus cascadas, lagos y al Púlpito.
.Ver la luna reflejada en el fiordo sentado en la terracita de tu cabaña.
.Probar el salmón noruego, el queso marrón y la crema agria “Rummer”.
.Quemar la tarjeta de crédito en un restaurante marinero de Stavanger y perderse por la ciudad antigua, el Gamle, pequeñas callejuelas con 173 edificios de madera en blanco del siglo XVIII en perfecto estado y de suelo empedrado.
Consejos:
En Noruega no hace falta llevar dinero en efectivo. Todo se puede pagar con tarjeta.
Merece la pena sacar la “Oslo-Pass” en la capital. Se amortiza.
Hay buenas conexiones aéreas desde Alicante a Escandinavia. ¡Aprovéchalas!
Webgrafía básic@:
www.airnorwegian.com
www.flysas.com (Scandinavian Airlines)
www.tierraspolares.com (Agencia de viajes de aventura a tierras Árticas)
www.viajerum.com
www.touristforening.no (las granjas)
www.visitnorway.com
