martes, 30 de diciembre de 2014

¡PROMESAS CUMPLIDAS!


“Baja al cráter del Snaefellsjokul por donde la sombra del Scartaris llega a acariciar antes de las calendas de julio, audaz viajero, y llegarás al centro de la Tierra, como he llegado yo. Arne Saknussemm….”



Leyendo este pasaje de la famosa novela de Julio Verne con nueve años, me hice la promesa de pasearme por el cráter del volcán Snaefells cuando fuese mayor, intentando descubrir la caprichosa oquedad por la que Saknussemm primero, el profesor Lidenbrock después y una servidora mucho más tarde, entrarían al centro de la Tierra.

Años más tarde, ya entradita en años, pasé 24 horas en los alrededores de Reikjavik de camino a Groenlandia, y lo poquito que vi de aquella impresionante tierra, no hizo sino renovar mis votos y puse fecha de caducidad a mi promesa. Sería el verano de 2014 el elegido para saciar esa curiosidad gestada años atrás.

Sabía que me iba a encontrar en Islandia una isla con un sobresaliente en naturaleza porque preparando el viaje había visto unas fotos impresionantes, pero al llegar descubrí que más allá del sobresaliente, fue una matrícula “Cum Laudem”.


La primera semana dimos una vuelta a la isla, empezando, por supuesto, por el gran oeste de la Península de Snaefellness; un rosario de fiordos, cascadas, valles glaciares y coladas volcánicas del tamaño de un mar interior hicieron saltar a nuestras pupilas de sus órbitas. Pero fue el “trekking del Laugavegurinn”, desde Landmannalaugar a Pórsmörk (60 km en 4 días) el que me arrancó la más alta nota jamás dada a un entorno natural. Quiero destacar que no hay ninguna exageración en mis palabras, es más, sabéis que he tenido la fortuna de emocionarme con marcos incomparables como los encontrados en Groenlandia, Hawaii, el cañón del Colorado o las llanuras del Rift, pero nada como aquellas tierras de riolita emocionarán al pintor más avezado cuya paleta quedará pequeña para colocar la cantidad de pigmentos, algunos ni todavía inventados, necesarios para representar tal magnitud de belleza.
Consejo que me agradeceréis:

Si os la queréis jugar, como hicimos nosotros, reservad los refugios del Laugavegurinn en el mes de octubre anterior al verano que viajéis a Islandia, pero ello os “condenará” a hacer el trekking sin garantías de unas buenas condiciones meteorológicas y eso es esencial para disfrutar de su “paleta de colores”. Yo os recomendaría hacerlo con tiendas de campaña de bajo peso, volar a Reikjavik con el alojamiento de las dos primeras noches reservadas y, una vez consultadas las predicciones metereológicas, organizar los cuatro días de trekking( Se puede acampar en los alrededores de los refugios y usar sus servivios) Si contáis con algunos días más, yo recomendaría que visitarais las otras joyas del sur:

-Parque Nacional de Skattafel.

-La laguna de Jokulsarlon.

-Las playas de Vic.

- Las cataratas de Gulfoss, Skogafoss y Seljalandfoss por la tarde.

-El fenómeno de vulcanismo que dio nombre a los geiseres: “Geysir”.

Sería la manera breve de contemplar vulcanismo, glaciares y las cascadas típicas de Islandia.

Releyendo las páginas finales de la novela de Julio Verne me llamó la atención el siguiente párrafo:

”¡Strómboli! –repetía yo-. ¡Strómboli!

 Mi tío me acompañaba con sus ademanes y sus palabras. Parecía que estábamos cantando a dúo.

¡Ah, qué viaje! ¡Qué maravilloso viaje! ¡Entrar por un volcán y salir por otro, y estar éste situado a más de 1200 leguas de Snaeffels, de aquel árido país de Islandia situado en los confines del mundo! Los azares de la expedición nos habían transportado al seno de las más armoniosas comarcas de la tierra. Habíamos abandonado la región de las nieves eternas por las de la verdura infinita, y dejado encima de nuestras cabezas la cenicienta niebla de las zonas heladas para contemplar luego extasiados el azulado cielo de Sicilia.”

¡Uhm…! Sugerente destino….podría fácilmente convertirse en una nueva promesa por cumplir.

 

Webgrafía Básica

www.booking.com Para la reserva de hoteles.

www.wowair.es  Para los vuelos.

www.husey.de  Un albergue en un emplazamiento espectacular.

www.geysir.is    Para alquilar coches.

www.re.is    Para reservar los transportes anfibios necesarios para ir y regresar al trekking de Laugavegurinn.

www.fi.is  Para reservar los refugios del Laugavegurinn.

www.snjofell.is  Para contratar la excursión que te lleva en coche oruga a la cima del Snaefellsjokul (la entrada al centro de la Tierra)

www.northsailing.is  Para contratar la excursión para ir a ver ballenas.

www.alfilodeloimpresentable.blogspot.com.es/2009/09/Islandia-trekking. Ofrece amplia información sobre el Lauvegurinn.

 

LO QUE NO HAY QUE PERDERSE

-Por supuesto, el trekking del Laugavegurinn.

-La subida al Snaefellsjokull en coche oruga.

-Visitar los pueblos pesqueros del norte de la península de Snaefellnes y probar la sopa de pescado en “Gamla Rif”.

-El “fish and chips” en el puerto de Husavik antes de ir a ver las ballenas.

-Visitar la zona de Krafla, un escénico mar de lava, probar el cordero y el pan de geyser en la granja Vogafjos, visitar el paisaje marciano de Hverir con sus calderas de lodo y terminar la jornada bañándose en la “Laguna Azul del Norte”, viendo el crepúsculo a las 11 de la noche.

-Las cataratas de Godafoss y Dettifoss al norte, las de Skogafoss y Seljalandfoss, al sur.


-Pasar una noche en la granja Húsey, en una bella zona aislada y hacer una cabalgata sobre los famosos caballos islandeses hacia un delta para ver focas.

-Visitar Seydisfjordur, uno de los fiordos del este más espectaculares.

-Probar las cigalas de Höfn.

-Ver las focas nadando entre icebergs en la laguna de Jokulsarlon.

-La ruta del “Skaftafellsheidi” y comerse un bocata en un mirador frente a tres lenguas glaciares.

-Los famosos acantilados de Dyrhólaey y disfrutar del vuelo de los simpáticos frailecillos en las playas de Vik.

-Pasearse por el centro de Reikjavik y dejarse los cuartos en sus singulares restaurantes.
 

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